Hace un tiempo, un compañero del club rompió una colina icónica de Games Workshop.
Parece ser que alguien se apoyo en ella, pensando que era maciza y que soportaría cualquier peso, o bien la pisó, ambas teorías por accidente.
Nunca he sabido que ha pasado, ya que nunca salió quien lo hizo ni nadie expllicó que pasó.
Lo que si es cierto es que constantemente algunos socios del club me decían que debía de tirar la colina, mejor dicho, la planicie verde, ya que es así como quedó, con la excusa de que como estaba rota, ya no servía para nada y que no tenía arreglo.
Después de mucho tiempo usándose como marcador de bosque, por fin pasó por mi mesa de trabajo.
Una reparación que me ha llevado menos de 20 minutos.
Creo que estoy tardando más en escribir este artículo que lo que he tardado en repararla.
Lo primero que he hecho ha sido poner precinto por debajo, sobre las roturas, al mismo tiempo que colocaba pegamento de cianocrilato en el plástico de la rotura, con cuidado de no manchar la hierba de la colina con el pegamento.
Una vez encolada, no retiro el precinto, ya que servirá también de refuerzo. El resultado es inmejorable. Lo único es que en una de las “roturas múltiples”, se me ha ido la mano con el cianocrilato. Como no queda bonito, he optado por colocar algo de tierra y piedras.
Y sin pintar.
Reparada y fin de la discusión de que se debe tirar la colina por rota.
Un pedazo de plástico que hoy no terminará en el océano.
Y a dar más guerra en las partidas del club.
Molt pràctic, sí senyor. I seguint la regla de les tres "R": reaprofitar, reciclar i... no recordo què era la tercera "R" :D
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