Una vez que
tenemos ya las zonas de plantas pintadas, procederemos a hacer el camino.
Lo primero
que haremos es quemar el pelo sobrante del camino. Se deberá tener en cuenta
que es lo que realmente se desea hacer, como por ejemplo un camino llano o,
como en la mayoría de los caminos rurales, con la zona central con hierva, ya
que los carros no suelen tocar esta zona.
El motivo de
quemar el pelo sintético del camino, en vez de usar otra técnica como el rasurado,
es por diversos motivos.
Uno de ellos
es porque si lo rasuramos, se verá la tela de soporte del pelo, que puede afear
el trabajo. Y otro es que al quemarse el pelo sintético, se crean unas
“bolitas” que pueden dar la sensación de piedras, muy curiosas.
Obsérvese
como va quedando el camino; por un lado la zona central con hierba baja y por
los laterales con el pelo quemado que ya va obteniendo la apariencia de tierra.
Una vez
quemado todo el camino, se determina el tono que se desea darle al camino.
He optado
por hacer un suelo con tonos oscuros. Se podía haber hecho más rojizo o algo
más siena claro, pero mi intención es darle un contraste fuerte respecto al
resto del terreno.
Los colores
usados son:
- Tierra
Sombra Tostada.
- Sombra
Natural.
- Siena
Natural.
- Color
Carne.
- Ocre
Amarillo.
- Amarillo
de Nápoles.
Para el
terreno, el camino, he dejado aparcado el aerógrafo y me dedico a usar la
brocha. Para empezar, la capa base del camino la realizo con Tierra Sombra
Tostada, color Chocolate para los amigos, ligeramente diluida, para que pueda
penetrar en todas las partes de la tela quemada.
El resultado
de cubrir con el color Chocolate es el siguiente.
Una vez
cubierto todo el camino con este color oscuro, y después de que haya secado
bien, procedo a darle un tono ligeramente más claro: un Sombra Natural.
Este color
lo aplico con un pincel semi seco, ya que me interesa que cobra bien, pero no
totalmente, ya que me interesa que el tono de fondo sea el color Chocolate.
La
diferencia de tono es ligera, pero poco a poco irá tomando el tono que se
desea.
Después de
esta primera luz, por denominarla de alguna forma, aplicaremos otro pincel semi
seco, pero con menos pintura en el pincel en las pasadas, con el color Siena
Natural.
Y poco a
poco se va aclarando el color del camino.
A partir de
ahora, y cada vez con el pincel con menos pintura, sin llegar todavía al pincel
seco, pasamos a darle un color carne. Utilizar los colores carne para dar luz
al terreno es algo de lo más acertado que podamos hacer, aunque haya gente que
diga que el color carne es sólo para la figura. Tened en cuanta que el tono de
color “piel” es muy próximo e incluso idéntico a muchos terrenos arcillosos,
por lo que dar este tono enriquece con más matices el trabajo a realizar.
En mi caso
he utilizado el color Cappuccino de la marca FolkArt.
Y como se
puede ver, es un tono muy agradecido, que aplicado casi como un pincel seco, el
resultado que le damos al camino es el siguiente.
Pero
evidentemente no vamos a quedarnos aquí, sino que aun vamos a dar un par de
tonos más.
Primero
aclararemos más el tema con un Ocre Amarillo, el mismo tono con el que se le
dio como base al pelo de todo el terreno, por lo que vamos a dar una sensación
de homogeneización a todo el conjunto, mediante un pincel seco.
Recordar que
el pincel seco, para saber que está bien hecho, debe verse el resultado después
de darle varias pasadas reiteradas sobre la misma zona. Esta capa es, junto con
la siguiente, la más lenta de aplicar.
Por norma
general podemos dejarlo ya en esta fase del trabajo y dar por concluido el
camino. Pero a mí siempre me gusta que ciertos trabajos contrasten por encima
del conjunto, ya que hace que equilibre el conjunto.
Por ello
aplico un pincel seco más claro que el anterior, y para esta ocasión continuo
utilizando tonos ya usados para dar el efecto de paja en el pelo. Este color es
el Amarillo de Nápoles.
Y el
resultado final es el siguiente:
Y el efecto
final con figuras, es el siguiente.
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