viernes, 23 de abril de 2010

[PdA - Escenografia] 28mm. Templo Expiatorio - 4

Bueno, esto poco a poco va terminándose, aunque aún queda mucho por contar y todavía muncho por montar y pintar.

Una vez realizada toda la fachada del Templo, tanto la frontal principal como las laterales, tenemos que realizar la parte que hará que luzca bien el edificio, aunque en ruinas, y que de un aspecto majestuosidad y de templo dedicado al rezo y a la oración: La columnata.

Si quisiéramos realizar un templo religioso, sea de la religión que sea, se debe poner siempre columnas, para afianzar esa sensación de omnipresencia del dios al que se ha dedicado el templo. Las columnas sugieren una estrecha relación entre el dios, que está en las alturas (techos muy altos) y los pobres mortales que van a rezar el templo y que están pisando el suelo del templo. Esto hace que nuestro subconsciente relacione ese vínculo entre el mortal devoto que está en el suelo y el dios que está en las alturas, mediante las columnas que deben estar presentes en todo el recinto y claramente visibles.
Por ello en la actualidad se encuentran siempre columnas en los templos de todas las religiones (y no es por casualidad).

Si no queremos realizar esa columnata, el edificio quedaría pobre y no se reconocería como templo de plegaria, sino que daría la sensación de ser un edificio regio, o burocrático o de una personaje muy rico. Ya sé que diréis que en estos edificios pomposos también hay columnas. Esto es por dos motivos también muy vinculados a lo explicado: uno por necesidad (para que no se caiga el techo, pero sólo está en los laterales del edificio, sin molestar, dejando salones diáfanos inmensos y sin distraer la vista delo que realmente importaba; o sea, que los invitados viesen en todo momento los magnánimos dueños del edificio) y dos, en especial en la entrada, ya que en la antigüedad (y actualmente todavía queda algo de esta creencia), se pensaba que si un personaje era rico e influyente, era por designios divinos. Es por ello que por norma general se colocaban en la fachada de entrada de las casas de los haciendados esas columnas inmensas de 2 ó 3 plantas de altura, o en el recibidor interno de los mismos. En la época colonial se debe tener muy en cuenta que la sociedad se regía por la clase libre y los esclavos. Los esclavos debían tener muy claro que su señor estaba allí por designios divinos y que ellos no estaban tocados por esa gracia.

Bueno, una vez dado una pequeña clase de cuando, donde y porque se debe colocar columnas en las escenografías, pasemos al tajo.

Una vez finalizada la fase de las fachadas, ahora comienza la construcción de las columnas. Se debe determinar qué columnas estarán enteras, cuales en ruinas, cuales soportarán la pasarela superior (si llevará una pasarela superior, para poder poner miniaturas), etc…
Por ello se empieza montando las 2 columnas enteras que están mucho más claras.
Para poder colocar la columna derruida opuesta a las de la foto, se termina de montar la fachada lateral izquierda, que inicialmente no debía de subir mucho, pero que por estética se opto a rellenarla un poco más.
Ejemplo de cómo queda una figura disparando desde la ventana en ruinas.
Una vez montadas las columnas y los soportes para la pasarela superior, el conjunto queda de la siguiente forma.
Detalle se la columna derruida posterior derecha.
Detalles y proporción de la columnata principal del edificio.


Ahora viene la parte en la que se debe ubicar y terminar de asentar la parte de la pasarela superior. Esta pieza, junto con un trozo de tejado se montará y pintará aparte, para poder pintar el interior del edificio sin problemas. Una vez pintado se incorporarán estas piezas.
Pero de todas formas, lo que se debe realizar son los encajes y mediciones necesarias para que cuando se realice está última fase comentada, no exista ningún problema. Por ello lo primero a ubicar son las vigas superiores que soportarán la pasarela. Como la pasarela al finas se realizará de madera (queda mucho más… ruinoso), las vigas que deben soportarlas en vez de simular una de acero en “I” o en “H” (las de plástico de Evergreen), se ha optado por construirlas también en madera, para dar más una sensación de antigüedad.
La posición final de la pasarela y con parte del tejado no en ruinas, es como aparece en la siguiente imagen.
Una vista de la columnata, visto desde la entrada de la fachada principal. Para poder comparar el tamaño, se ha utilizado un británico de la guerra de Waterloo de Victrix, de 28mm, del mismo tamaño que la figura de Forge World del Korp de Krieg. Con esto podemos ver que también puede ser utilizado para otro tipo de ambientación, como es la época de 1814.
Este es el resultado final, con las vigas ubicadas en su posición y a la espera de la última fase antes del pintado: poner las ruinas.
El resultado final con una parte del tejado montado (falta colocar un trozo de viga para soportar un trozo de tejado por la otra vertiente no montada).


Por último indica que en las ventanas ciegas de las fachadas montadas, se colocaron una figuras, también de escayola, que en su momento no se colocaron, ya que no le había llegado a Jordi el molde correspondiente.

Bien, ahora sólo falta explicar cómo se ha hecho y distribuido las ruinas en este edificio.
Pero eso será en otro artículo (que esta vez espero no tardar tanto).

Salva Rosselló

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