Uno de los primeros o posiblemente mi primer “libro”, por llamarlo de alguna manera, fue una publicación del fabricante Tamiya. Un monográfico de los dioramas que esta marca le pidió realizar al famoso maquetista francés Francois Verlinden.
Este monográfico indica que es de septiembre de 1976.
La forma de realizar maquetas en ese momento era impensable por lo menos en España, en el que los pocos maquetistas que había en aquel momento, se limitaban a montar la maqueta y pintarla, como si acabase de salir de fábrica.
Justo en ese momento empecé a comprar y montar maquetas y el poco dinero que podía conseguir de cumpleaños y súplicas a mis padres, lo invertía comprando, sobre todo, aviones y algun que otro tanquecito, que terminaban más o menos bien montados. Sobre el pintado, mejor no hablar, pero porque no tenía referencia alguna.
Hasta que sobre 1978 encontré en la tienda Casa Palau de Barcelona esta obra, el día que llevaba mi mayor dineral, 600 ptas, para comprar un par de maquetas. Llegue a casa sin el dinero, sin las maquetas pero con esta maravilla.
Lo miré, revisé y tomé notas sobre lo que veía en cada una de las imágenes, anotando en especial preguntas que en eses momento no tenía respuesta de “¿Cómo se hace….?”.
Los que conocemos los catálogos de Tamiya sabemos que durante muchísimos años, en las 4 páginas centrales de los mismos, aparecían trabajos del último año de este artista. El catálogo de Tamiya, durante muchos años, lo compraba exclusivamente por las 4 páginas centrales, lo confieso.
Este es el monográfico nº 1 de Verlinden, y me consta que, como poco, sacaron en total 4 de este Master.
No puedo comentar mucho más, ya que este monográfico sólo tiene escrito portada y contraportada, todo en japonés, y dentro de él, 24 páginas de puro oro en polvo, sólo hay fotografías de los trabajos de este maquetista, nada de texto. Realmente no hace falta.
Lo que pude ver en los años venideros de finales de los 70 y principio de los 80, tanto en salones temáticos de ocio, en exposiciones de maquetas y en las vitrinas de las tiendas especializadas, no era ni por asomo de este nivel. Esto era un nivel estratosférico sobre lo que se podía ver en Barcelona.
Cuando apareció en el mercado la revista “Modelismo & Historia”, empezaron a aparecer trabajos que buscaban tener un nivel que se aproximaban a los trabajos de Verlinden. Trabajos que en cada número iban mejorando a marchas forzadas por maquetistas de toda España.
Desafortunadamente hoy en día aún podemos ver montañas de trabajos por internet que se autoconsideran “de alto nivel”, pero que no se aproximan no por asomo a los aquí presentados, de hace 45 años.
Es el mayor referente que tuve en su día: Verlinden!!!
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