Siguiendo con la creación de la
casa de muñecas, toca el turno a otra parte del exterior que se ha dejado un
poco de lado hasta este momento. El tejado.
Cuando se decidió trabajar el
tejado, teníamos unas cuantas opciones:
1.- Dejábamos el techo
simplemente pintado de rojo teja. Esto se descartó muy rápido, ya que como el
exterior de la casa se había trabajado bien y quedaba muy interesante (http://pincelymasilla.blogspot.com.es/2011/11/casa-de-munecas-2.html), esto no creímos que quedase
demasiado bien.
2.- Hacíamos el tejado con tejas
rojas. Algo tradicional de las casas mediterráneas, pero no tan clásico en el
estilo que mi mujer quería hacer. Aun así se barajaron 3 posibilidades, dentro
del tema de las tejas:
a.- Se compraban tejas de
arcilla especial para las casas de muñecas a escala 1/12, que cuestan una
fortuna, igual o más a lo que ya llevábamos gastado en la casa.
b.- Se compraban tejas de
arcilla para maquetas de arquitectura a escala 1/10, mucho más económicas, pero
una pequeña fortuna también.
c.- Creábamos en cartón las
tejas, por lo que se debería hacer un molde, mojar el cartón, dejarlo secar y
se desperdicia mucho cartón por cada teja creada. Es la más económica de todas,
pero terriblemente lenta y demasiado trabajosa, y mi mujer no quería estresarse
haciéndolo. Se necesitaban una 500 tejas para hacer esto.
3.- Tejado de pizarra. Esta
opción era la más económica, la más rápida, pero, si no se trabajaba
correctamente, la que podía estropear todo el trabajo realizado hasta el
momento. Se optó por crear las piezas de pizarra de cartón grueso. En nuestro
caso sólo lo encontramos en Servicio Estación (uy! Spam al canto). No es el
sitio más barato, pero si en el que encontramos este material. Hace muchos
años, para trabajos en la Massana buscaba este material en una tienda que
vendía exclusivamente cartón de todo tipo, pero ya no existe. Si alguien sabe
de otro sitio donde encontrar cartón de diferentes grosores, será bien
recibido, ya que yo lo trabajo mucho con este material.
Evidentemente se optó por esta
última opción, ya que encajaba mucho mejor en la idea de cada decimonónica tipo
victoriana, de tejas europeas, más que una casa con tejas mediterráneas.
Pero como he indicado, el
problema principal radica en el acabado final, ya que si no se pinta
correctamente, el trabajo puede estropear todo el conjunto.
Una vez adquirido el cartón, nos
pasamos varias tardes enteras de domingo contando pieza tras pieza cada una de
las tejas. El motivo de hacer teja a teja, es que, aunque es mucho más
laborioso y trabajoso, el resultado final es espectacular. Eso de hacer tiras
enteras y cortando un trozo del lateral de cada teja, no se consigue el efecto
de tejas independientes. Y no se puede hacer ningún efecto de teja rota, ya que
una casa de estas características debería tener un mantenimiento regular del
tejado.
El tamaño de las piezas es de
30x15mm.
Primero se intentó montar las
tejas con una forma y distribución característica de la zona de Bélgica,
Holanda y sur de Inglaterra.
Pero no convenció ni a nosotros
ni a nadie. Por lo que se optó por el sistema intercalado tradicional.
Una vez se colocaron todas las
tejas, se pinto de negro (si, negro, ¿pasa algo?) todo el tejado, antes de
colocar las cumbreras, que será lo último a colocar.
Evidentemente se tuvo que dar un
par de capas de pintura negra, ya que no se podía diluir la pintura en exceso,
ya que si no el exceso de pintura muy licuada, hubiese deformado las tejas de
cartón. En la primera capa, aunque cubre bien el cartón, se veía el cartón en
las ranuras de las tejas, que aunque se enganchen muy juntas, siempre queda
algo separada. Es lo bueno de trabajar teja a teja.
En estas imagenes se aprecia bien
como están colocadas las tejas, de forma alterna.
En la segunda capa, se insistió
más entre juntas y en las separaciones de todo el techo.
Dejando todo el tejado con una
capa uniforme de color negro.
Y aquí es cuando mi mujer
aprendió las técnicas del pincel semi-seco y del pincel seco, a base de prueba
y error, comosiempre digo a todo el que me quiere escuchar, pero ahora ya lo domina que es una gozada, gracias al trabajo de este tejado.
Tras explicarle como debía
hacerlo, empezó haciendo esto.
Después de rehacer el estropicio
(sólo volver a pintar en negro), el resultado de aplicar pincel semi-seco a
todo el tejado es el siguiente.
Después de aplicó con esponja un
color algo más oscuro, manchando todo, para terminar con un pincel totalmente
seco de un tono gris ligeramente más claro que el primer gris aplicado. Este
pincel seco siempre se aplicó de arriba abajo, nunca de abajo a arriba de hacia
los lados.
Una vez finalizado nos
planteamos de envejecer mucho más el tejado, a base de lavados de oleos y
esmaltes, pero no era cuestión de “saturar” el trabajo del tejado.
Al final la chimenea se trabajo
un poco más, aclarándola con filtros a base de acrílicos claros (cremas,
blancos crudo,…), ya que quedaba demasiado contraste ente el negro del tejado y
los tonos de las piedras de la chimenea.
Una vez pintado todo el tejado,
daño un efecto de pizarra negra, ensuciada por el tiempo y las lluvias, pasamos a hacer las cumbreras.
Para ello utilizamos tiras de 15mm de ancho por lado, del mismo cartón que las
tejas.
Estas representan ser de metal
pintado, por lo que una vez puestas, se pintan de negro, junto con el borde de
todos los tejados, para “camuflar” el excesivo ancho de la madera del tejado.
A las cumbreras no se les aplica
ningún efecto. Pero bien se podría aplicar algún punto de oxido rojo, si se
determina que las cumbreras son de hierro, o de oxido verde, si se determina
que estas piezas son de bronce pintado de negro. Pero nosotros determinamos
que, para esta ocasión, se iban a dejar totalmente “limpias”. Con ello
conseguimos una diferenciación por tonos de las cumbreras
El resultado visual final es el
siguiente.
Y ahora le toca al mini
tejadillo de la entrada.
Para ello construimos con el
mismo cartón, tejas mucho más pequeñas, de 5x15mm, y, con paciencia y una buena
cuchilla, se montan todas las tejitas.
A la hora de pintar, se trata
este tejadillo de forma idéntica a como se ha hecho con el tejado.
Y ya sólo faltan algunos
detalles, como tiestos, palomas y otros pajaritos.
Bien, ya tenemos el trabajo de pintar
todos los tejados.
En la próxima entrega se
trabajará un tema que es sencillo de hacer, y el resultado es espectacular: el
bajante pluvial del tejado.
Espero que os haya gustado.
Saludos.
Salva.
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