martes, 26 de julio de 2016

[PdA - ESCENOGRAFÍA] Un árbol para un duende 2 – Hojas y musgo

Una vez terminado el tronco del árbol para el duende, le queda añadir las hojas y musgo.

Como mi pareja quiere representar un olivo, se ha recurrido a foros belenistas y “San Gúguel”, para ver como se puede representar.

Para las ramitas a las que añadiremos hojas, fuimos de recolecta por la montaña, buscando cipreses. De estos cogimos unas cuantas ramas. También adquirimos medio kg de orégano en una herboristería.

Las ramas de ciprés se asemejan a ramas de árboles, por lo que para imitar el olivo, es el más adecuado. A estas ramas las mojaremos bien con cola. Esto puede hacerse con cola blanca ligeramente diluida y aplicada con pincel o, como en nuestro caso, Scenic Cement de Woodland, que deja una capa muy fina de cola y para el tipo de material a poner la rama, es muy adecuada. Esta cola en vez aplicarla con pincel, la aplicaremos como aconseja el fabricante, con un pulverizador. Con esta cola se puede adquirir un pulverizador del propio fabricante, por unos 8,- €, que resulta muy caro. En la misma tienda donde la adquirí, me aconsejaron adquirir la cola con el bote sólo y el pulverizador en una tienda de suministro asiático, que entre 0’60 € y 1,5 €, podemos tener pulverizadores muy buenos y de diferentes tamaños. El motivo de adquirir el pulverizador en la tienda de suministros asiáticos, es que el pulverizador del fabricante, si no se limpia muy bien de cola, se obtura y el mecanismo llega a romperse, igual que el barato. La única diferencia es que el pulverizador de Woodland lleva un medidor impreso en la botella de plástico, que suele no utilizarse.


Una vez bien impregnadas las “ramas” del olivo, se procede a espolvorear el orégano en todas las direcciones sobre él.
 Una vez espolvoreado, se debe dejar secar durante unas dos semanas, ya que el verde de la hoja del ciprés, debe estas seco y resistente. Para ello se colgarán boca abajo en un lugar aireado y no húmedo. 
 Este proceso puede repetirse cuantas veces se quiera, hasta obtener el espesor del follaje deseado.

Mientras se secan las ramas del olivo, se procede a hacer una base más grande, para poder poner el duende sentado debajo del árbol. Para ello hemos cortado en tablex una base con la forma deseada y se cubre con aguaplast tintado, para que el escalón del CD no se note.

Para el tintado del aguaplast, que han utilizado acuarelas líquidas de Vallejo, el marrón chocolate, como base del color y un poco de negro, para oscurecerlo. La cuestión no es pintar el aguaplast, aunque se podría hacer, sino romper el blanco de la masilla para que no estropee el trabajo realizado hasta ahora, en el caso de manchar lo que no se debe.

 Con la masilla tintada, se aplica con la mano sobre toda la base. Y ahora es el momento de añadir otros elementos, cuando la masilla está acabada de poner y está todavía muy tierna y mojada: las piedras. Estas quedarán fijadas a la base cuando el aguaplast se seque, sin necesidad de ponerlas con cola.
 Una vez bien seca la masilla de la base, mi pareja a optado por poner café molido y sustituir la tierra que colocamos en la primera fase, ya que no le gustaba como quedaba.

 Tengo que decir que mi estudio de trabajo estuvo durante más de una semana oliendo a café. Un olor muy agradable, y un martirio para los cafeteros como yo, ya que constantemente tenía ganas de tomar una tacita... o llenar la taza de Darth Vader hasta arriba… un martirio. En especial a las 12h de la noche.

Una vez cansado de oler a café, se añaden las ramas de ciprés al tronco de masilla. Estas se engancharán con silicona caliente, con lo que solemos llamar “pistola de cola caliente”. Se engancharán con un poco de gusto y dando forma al conjunto.
 Las ramas que al principio se han puesto, que se colocaron en forma que soportaran las ramas del ciprés, por lo que visto desde abajo ofrece un aspecto natural muy convincente.
 Entremedio de las ramas, mi pareja decidió añadir bolitas de pimienta negra, que casi no se ven, y soja en grano, que parecen aceitunas realmente, dejando el conjunto espectacular (aunque esta feo que yo lo diga).
 Las “hojas” de orégano que se han ido cayendo en el último proceso, no se tocan y se vuelve a rociar, mojándolo muy bien, con la cola Scenic Cement, para que estas no se muevan de donde han caído, ya que quedan de una forma totalmente natural.
 Igual que con las hojas caidas del olivo, se enganchan con cola algunas semillas de soja verde en el suelo, a modo de aceitunas caidas.
 Una vez terminado el árbol, se ha añadido el duende, unas ranitas de fantasía y unos pajaritos en las ramas.

 Para poder ver el  tamaño final del conjunto, lo he comparado con un bote de pintura de Vallejo, algo que todos tenemos muy claro cual es su tamaño. Esta viñeta es de unos 40cm de alto por unos 30cm de largo.



Mi pareja y yo esperamos que el proceso de creación de esta viñeta os haya gustado y servido para inspiraros en hacer algo similar.

Saludos.
Me Jo Román.
Salva Rosselló

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