El primero de un grupo de armas
de apoyo que me han pasado para trabajarlos, para un ejército de 28mm de
finlandeses.
Este es el segundo artículo
sobre este trabajo, en el que hablaré del pintado del cañón, la peana y el
acabado final. El pintado de los soldados, ya ha sido comentado en el artículo
anterior.
Como ya indiqué, el cañón estaba
imprimado en color amarillo alemán.
Y
después de informarme un poco sobre el ejército finlandés durante la 2GM, estos
recibieron primero de los alemanes, sus primeros aliados, una muy buena cantidad
de material “sobrante” y en especial obsoleto de la 1GM, que repintaron de un
color muy parecido (si no el mismo) que el verde ruso. Durante el invierno de
1939, los finlandeses mantuvieron combates muy duros con los soviéticos, ya que
al ser pro alemanes, Stalin no se fiaba de ellos, por mucho que hubiese firmado
un tratado con los germanos de no agresión. Históricamente, el desastre
soviético, con cerca de 1 millón de hombres movilizados y habiendo perdido unos
300.000 soldados, frente a los 150 finlandeses, con unas 80.000 bajas, le sirvió
a Stalin para darse cuenta de la
ineficiencia de su ejército tras la Gran Purga, que había cambiado a los
militares de carrera, por otros más afines a la política y con muchísima menos
experiencia militar, por lo que posteriormente restituyó en su cargo a
oficiales destituidos. Además se percató de lo atrasado de las técnicas y armamento
militar soviético, lo que lo motivó a reformarlo. Hitler se dio cuenta también de la debilidad de la
Unión Soviética y se convenció a sí mismo de que no debía esperar hasta 1945 para atacarla.
Volviendo a las miniaturas, y
teniendo en cuenta que en el 39 el color alemán no era el amarillo tan peculiar
que más tarde utilizaron, como base de todos los camuflajes usados, sino el
característico Gris Panzer, decido usar ese tono como base de un “descolorido”
durante la campaña.
Para ello decido realizar un
Chipping (Chipping Medium 550 de Vallejo) con el verde Uniforme Ruso (Model Color
924 de Vallejo). Con ello consigo un tono más adecuado y un envejecimiento
relativamente rápido sin oscurecerlo, cosa que hubiese pasado si hubiese
repintado de Gris Panzer el cañón.
Como este ejército, primero contra los rusos y después contra los alemanes, su especialidad eran los combates en invierno, que resistían mejor el frio que los propios soviéticos, he decidido hacer este cañón en una época ya entrada la primavera, más que nada porque los uniformes de los soldados es el de primavera-verano, por lo que le daré un ligero toque de cal blanca, peculiar de cuando se repintaban para el invierno el armamento pesado, en todos los ejércitos de la época. Este repintado en base a la cal, era para que cuando fuese lloviendo, el color blanco fuese desapareciendo, por lo que se mimetizaba bien con el terreno, en especial durante la época del deshielo.
Para ello
aplicaré un filtro ligero de blanco, aplicado con intensidad en las zonas que
me interesaban, para dar ese aspecto blanquecino de fondo. Y pintar las gomas
de las ruedas con Caucho Oscuro (Panzer Aces 306 de Vallejo), que siempre queda
muchísimo mejor que pintar las ruedas de un negro irreal.
Y acto
seguido le doy una capa de barniz brillante a toda la pieza, para prepararlo
para la siguiente fase, la del envejecido masivo y rápido.
Para ello
apartaré toda la gama de posibles pinturas que utilizaré en esta fase, desde
efectos de AK-interactive, esmaltes de Humbrol, Washes y acrílicos de Vallejo y
óleos diversos (en este caso, casualmente, todos de titan).
Y
empezaremos por ensuciar todo el cañón, primero con un lavado con marrón oscuro
(Wash Dark Brown AK-045 de AK-Interactive), y después con un marrón algo más
claro (Wash For DAK Vehicles AK-066 de AK-Interactive), para remarcar todos los
relieves, en especial del mantelete frontal del cañón.
Dejamos secar 24h como poco entre color y color en esta fase de trabajo, para que no se mezclen los colores, sobre todo porque estamos utilizando óleos y esmaltes, que tardan mucho en secarse.
Ahora ya
tenemos el cañón envejecido y sucio, ahora solo le falta un poco de oxidación.
Se debe tener en cuenta la cantidad de humedad que existe en zonas con gran
cantidad de nieve, por lo que ante cualquier descascarillado o rozadura que
haya hecho saltar la pintura, saldrá enseguida el óxido. Aunque tengo que poner
más óxido de lo normal, tampoco quiero caer en la chabacanería de muchos
modelistas, al oxidar completamente y en exceso, material militar en activo,
como si llevasen meses o años en plena intemperie y sin ningún trabajo de
cuidado, que los soldados realizarían constantemente (pasar aceite o grasa
sobre los primeros indicios de oxido, por ejemplo); pero queda muy bonito, también
hay que decirlo.
Para esta
parte, fase, lo que haré será barnizare de nuevo la pieza, pero en esta ocasión
con mate, para ya que necesito que la pintura no fluya libremente, sino que se
quede conde quiero yo.
Y ahora
pondremos los colores óxidos. Primero daré un tono metalizado allí donde quiero
poner el óxido (Acero Engrasado, Model Color 865 de Vallejo). Para dar la sensación de estar en constante
movimiento y dándole mucho trabajo a este cañón, he utilizado un poco de todo:
los puntos más grandes tiene una base muy diluida de óxido muy oscuro (óleo Pardo
Óxido Transparente, Extra Fino 75 de Titan), para dar progresivamente capas
también muy diluida de óxido oscuro (Wash Óxido Oscuro, Model Wash 507 de
Vallejo), un par de óxidos rojizos (óleo Tierra Rosa Transparente, Extra Fino
98 de Titan, y óleo Rojo Inglés Claro, Extra Fino 100 de Titan), para terminar
con un oxido más claro, el que dará el toque final (Wash Light Rust, AK-046 de
AK-Interactive). Podría darle un toque de óxijo reciente, más amarillento
(Óxido Amarillento, Panzer Ace 303 de Vallejo), pero no es la intención de que
parezca demasiado dejado.
Y el cañón ya está terminado. Se le aplica un barniz mate a toda la pieza y ya está lista para colocarla, junto a los soldados, en la peana, que trabajaremos ahora mismo.
Para la
peana, utilizaré una técnica nueva, que es dar la capa base inicial del color
deseado, que puede ser que tengan varias tonalidades. Lo primero que voy a
hacer es coger todos los tonos de pigmentos que creo que voy a utilizar. Como es
la primera vez que lo hago, no deseo gastar pigmentos especiales, por lo que
usaré los pigmentos que tengo en grandes cantidades, conseguidos tanto a
granel, como de bellas artes y, en proporción, muchísimo más económico que los
especiales para maquetismo.
Para la
mezcla y aplicación de los pigmentos y la masilla que posteriormente utilizaré
para la peana, usaré unas paletas de pintor (de cuadros) que tengo y uso desde hace
más de 30 años, de cuando estaba en la Escola Massana de Bellas Artes.
Por el
precio que tienen me resulta mejor tener este par, que comprar los Kits de
modelaje. Además las partes planas, son flexibles, por lo que puedo hacer
cierta presión, si deformar en exceso el trabajo que estoy realizando.
Primero pongo
en un contenedor un poco de cada pigmento. La cantidad de cada dependerá del
tono final que desee darle. Por ejemplo, yo he preferido poner un poco más de Siena
rojizo y ocre, que tono s más oscuros.
Para la
masilla que utilizaré para el terreno, he usado los efectos de terreno de
Vallejo, una masilla plástica flexible, que ya viene mezclada con arenilla de
diferentes grosores (dependiendo de la masilla escogida), en color blanco o en
colores específicos (tierra clara, tierra oscura, color desierto,…). Para esta
ocasión usaré la pasta Arenisca (Sandy Paste, Stone Texture 215 de Vallejo),
para la base del terreno a aplicar.
A esta pasta
se le añade la mezcla de pigmentos realizados anteriormente, hasta que nos dé
el tono deseado. Si hace falta se añade más pigmentos de un tipo que de otro.
Una vez
colocado el cañón en la peana, y marcado con una rueda de Jeep de 1/35 (muy aproximado
en tamaño y dibujo de la llanta de las del cañón), veo que quedará demasiado “seco”
el terreno, por lo que decido dar un efecto de mojado, usando efecto agua
(Aguas Tranquilas/Still Water, Water Textures 230 de Vallejo). Y también mancho
con esta masilla los bajos del cañón, cada una de las ruedas y el mantelete.
Para ello
coloco unas cuantas gotas del efecto sobre el sobrante de la masilla de barro
hecha anteriormente.
Y lo aplico, sobre todo, en el surco donde he
pasado la rueda, que vuelvo a pasarla para que queden bien marcado el dibujo de
la llanta.
Hecho esto y
si esperar a que se seque bien la masilla aplicada, pongo las miniaturas en su
posición, para después saber donde deberé ponerlas.
Una vez seca
la peana, coloco en su posición todas las piezas (cañón y soldados), aplico un
par de luces a la peana, para resaltar el efecto de barro casi seco, y colocar
plantas blanquecinas, facilitadas por el cliente, dando un efecto de escarcha
matinal muy bueno.
Espero que
os haya gustado.
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