lunes, 26 de junio de 2017

[28mm] Colonos norteamericanos 1780 – Parte 2 Piel

En el anterior artículo, en la parte 1 de estas miniaturas, os expliqué como los he montado, imprimado y una valoración de las miniaturas. Ahora le toca el turno al pintado de la piel, más concretamente de la cara y las manos, y comentaré otra “contra” que he visto en estas miniaturas.

Fase 3 – Caras y manos

Para el pintado de las caras y las manos he utilizado las siguientes pinturas:
- Carne Medio Model Color 860 (posición 021), como color base y 1ª luz
- Lavado Carne Game Color Wash 204, para la sombra.
- Carne Bronceada Game Color 036, para la 2ª luz.
- Carne Dorada Model Color 845 (posición 020), para mezcla con Carne Bronceada, como 3ª luz.
- Piel Enano Game Color 041, para labios y uñas.

- Piel Elfo Game Color 004, para puntos intensos de luz.
Como veis es más o menos la misma combinación que utilizo para la carne europea genérica (que no merece la pena entrar en que si esta etnia europea tiene el tono más rosado, más marrón o menos pálido, ya que son minis de 28mm y para wargames, no para concurso internacional de pintado de miniaturas). Pero supongo que también os habréis dado cuenta que no he usado el carne pálida para dientes y ojos, ni el estilógrafo para la pupila. Primero decir que ningún colono tiene la boca abierta, por lo que ninguno enseña los dientes, y respecto a los ojos… ya lo comentaré un poco más adelante.


El primer color a aplicar ha sido el Carne Medio, como color base de la carne de todas las miniaturas.
Este color lo aplico ligeramente diluido y con la punta del pincel.

Pero mejor explico un poco como pinto yo mis miniaturas. Tened en cuenta que cada pintor lo hace de forma ligeramente diferente y, como decía un pintor de miniaturas para concursos internacionales, hay quien pinta las miniaturas y hay quien cubre de pintura las miniaturas. Para gustos, colores.

Hace muchos años, casi en los albores de la memoria histórica (por lo menos en los míos), cuando aprendí la diferencia entre pintar y cubrir con pintura en la escuela de Bellas Artes de La Massana, empecé a utilizar pinceles de pelo de Marta de Kolinsky. En los años 80, los pocos pinceles que se podían encontrar eran caros no, lo siguiente. Más o menos el equivalente a unos 12 euros por pincel, y buscando los más baratos. Poco  más tarde,  cuando las bellas artes sólo me han centrado en el miniaturismo, me dedique a buscar pinceles de pelo “sucedáneos” de muy buena calidad, por lo que termine comprando casi exclusivamente los pinceles Da Vinci de la gama Nova Synthetics.  Estos dan un excelente resultado, pero si queremos pintar con la punta de los mismos, cada 2 o 3 meses debes comprar uno nuevo, ya que todos los “sucedaneso”, tanto los semisintéticos, como los de pelo de camello, de buey o de cabra, terminan abriéndose o deformándose por la forma de trabajar que tengamos. Pero es una muy buena base para aprender a pintar correctamente, ya que poco a poco iremos alargando la vida del pincel, de 3 a 6 meses, hasta que los pelos terminan gastándose y cayendo.  Estos pinceles pueden ser de precios variables, desde los 60 centimos hasta los 4 euros. Yo siempre aconsejo a los que empiezan, que compren estos, de esta marca, vallejo, army Paintes, o Winsor & Newton; son algo más caros, entre los 2’50 euros y los 6 euros, pero para aprender a pintar son más que válidos. Y hay quien, por comodidad no cambian de marca nunca más.

Pero debo indicar que los pinceles de Marta de Kolinsky no son caros… bueno, algunos si y mucho.

Para una de mis hijas que estudió caracterización, no me estuve de nada y compre pinceles que cada uno de ellos estaban cerca de los 15,- €. Pero para mi hobby compro pinceles que van desde los 7,- € hasta los 12,- €. Aunque tengo una buena gama de pinceles, al final, como todo hijo de vecino, terminamos pintando con el que más agusto nos encontramos. En mi caso es con un 1 de Da Vinci, de la serie Maestro, que me cuesta unos 7 euros. 
Esto lo comento porque a la corta, es mucho más barato un pincel de Marta de Kolinsky que un sucedáneo. Me explico. Supongamos que somos pintores habituales y desfrutamos con el hobby. Si no somos de los que nos obsesionamos con pintar cuanto más mejor, ni pintamos un par de horas al mes, porque en ninguno de los dos casos merece la pena comprar estos pinceles. Si más o menos pintamos una media entre 8 y 16 horas a la semana, y queremos que nuestro trabajo se perciba de una forma mejor, este es nuestro pincel. ¿Por qué? Fácil a este ritmo podemos gastar un pincel sintético cada 4 meses. Si compramos un pincel intermedio bueno, como el Da Vinci Nova, que nos puede constar sobre los 4 euros el pincel, al final del año nos habremos gastado entre 8 y 12 euros en reponer el pincel. Un Pincel de Kolinsky cuesta entre 7 y 12 euros y suele durar mucho más de un año.

Un amigo me volvió a aconsejar volver a los Kolinsky, por lo que compre hace un par de años, en esta nueva etapa, uno por 3,75 euros, lo que yo pensaba que era una ganga. Pero me duró lo mismo que los sucedáneos: 3 meses. Después adquirí un juego completo de Da Vinci Maestro y el nº 1 lo estoy usando desde entonces. Me costó 7 euros y después de más o menos año y medio, lo tengo más que amortizado. Y sigue estando como el primer día.


Otra cosa que quiero comentar. Recordad que en todos los libros de maquetrismo lo explican una y otra vez. La pintura debe estar ligeramente liquida, en el grado que al pintor le vaya mejor, y sólo trabajar con la pinta del pincel.
Y aplicamos la pintura con pasadas suaves sobre la miniatura. Podría hablar de veladuras fusionados y otras técnicas para pintar miniaturas, pero estamos con minis de 28mm que son para jugar partidas de Wargames, no para concursos. Un mínimo de calidad si, pero no es necesario. Si alguno queremos hacerlo, está muy bien, pero no es ni obligación ni dogma de fe para todos los pintores.


Lo dicho, el color lo aplico ligeramente diluido y con la punta del pincel.
También comentar que el pincel NUNCA debe estar muy cargado de pintura. Si tenemos que coger pintura dos o tres veces para aplicar en una sola zona, siempre es preferible a que por ansiedad, por poca paciencia, estropeemos el trabajo.


Y el color base, para este caso, no es demasiado importante que sea muy densa. No es un Primer, un color base de imprimación, sino simplemente el color base sobre el que basarnos para el resto de tonos a aplicar.
Una vez aplicado el color base, he optado por aplicar Lavado Carne
Este color que nos presentan en formato lavado, no lo diluyo en esta ocasión, ya que quiero darle un filtro para conseguir un tono más oscuro a toda la piel y que se condense en las oquedades de la miniatura. 
 Normalmente es en este punto en el que pinto los ojos de las minis, pero en estas me he encontrado que no tienen ojos. Me explico. Son unas minis con una calidad excepcional, pero tienen, para mi gusto, la cara poco expresiva, los ojos muy hundidos y, por ello, con los mismos extremadamente pequeños, incluso para una miniatura con proporciones corporales “casi” correctas.
 Evidentemente que si estas miniaturas, aun siendo de 28mm, fuesen para colocar en un diorama o para presentar a un concurso, me tomaría mi tiempo en pintarle los ojos, aunque sería un una fase anterior a la de pintar el color base.

Para seguir con el proceso de pintado de la carne, espero a que seque bien, por lo que suelo dejar de un día a otro terminada la fase del filtro/lavado de la piel.

Después aplico de nuevo el color Carne Medio, pero como las primeras luces, sin tapar las oquedades.

El siguiente color a aplicar ha sido el Carne Bronceada.
 Aplico este color sobre el anterior Carne Medio, pero sin cubrir completamente este.
Ahora le toca el turno a la iluminación más alta. Aplico el Carne Dorada en la zona de la cara en cejas, pómulos nariz y orejas. Y en las manos, en los nudillos y en el/los dedos o parte de ellos más prominentes. 
 Esta luz la aplico muy cenital, para dejar oscuras las zonas que no le deberían dar la luz del sol a las 12 del mediodía.
 El penúltimo color a aplicar ha sido el Piel de Enano.
 Este color lo aplico exclusivamente en el labio inferior y en las uñas de la miniatura.
 Y por último, el Piel de Elfo.
 Este color, extremadamente claro, lo aplico en la punta de la nariz, en la punta del mentón, si este es muy prominente, en la punta superior de las orejas, a menos que lleve sombrero, y en algún punto de las manos, como en el nudillo más cenital de las manos. Aplico diminutos puntitos de esta pintura, que aun así, visto muy cerca se ven posiblemente en demasía, pero de lejos, a un un metro de nuestros ojos, hace que se vea perfectamente el rostro de la miniatura.
Y ya tenemos unas miniaturas con caras, pero sin ojos. Aunque estas minis, con la sombra hecha y los sombreros, no se percata nadie. Tema diferente creo que será con los indígenas. Ya veremos como quedarán, que tienen el mismo problema facial. 


Salva Rosselló

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