La gente de Painting War lleva tiempo haciendo manuales de pintado de miniaturas.
Y el número 6 es sobre el Japón Feudal
Este libro de 82 páginas, trata de como pintar miniaturas de la época de samuráis.
Me hice con esta revista/libro, ya que mi intención, en su momento, era hacerme una banda de escaramuzas para jugar con esta ambientación, aunque al final, más por el desconocimiento de como estaba estructurada la vida feudal japonesa hasta mediados del S. XIX, decidí no entrar en esta guerra.
No me refiero a mi “no-desconocimiento” de la jerarquía feudal.
Y también a la poca posibilidad de conseguir miniaturas más o menos variadas de la época feudal, fuera de los samuráis y de los ninjas, que había en el mercado. Excepto la colección (buena pero limitada para mi gusto) de japoneses de Perry y Kensei, poca cosa más se podía conseguir. Y aun así Kensei, algo más extensa, muy encaminada a juegos de fantasy. Preciosas, pero de fantasía (insisto: sólo bajo mi gusto).
Pero como siempre, la gente de Painting War, han realizado un muy buen trabajo.
El trabajo presentado son miniaturas de Antonio Peña, con trabajos casi exclusivamente con veladuras. Esta técnica a mí me encanta, especial para miniaturas para verlas a corta distancia y en vitrinas, sobre todo para miniaturas de más de 40mm.
Como todos los libros de la serie de Painting War, empieza por una introducción a las de pintado que se ha usado en las miniaturas expuestas en el manual, para pasar acto seguido a detallar como pintar ciertas partes de las miniaturas, un estándar en todas ellas, como el la piel, pelo y barba.
Por cierto, una breve indicación de como pintar piel femenina “no marcar los rasgos exageradamente”, es muy interesante.
En este apartado, de 13 páginas, incluyen el pintado de rojos, armaduras y el resto de la ropa. Las veladuras para la piel y las luces planas (que aquí se le llama perfilados de luz) para la ropa. Una curiosa o muy personal estilo de pintado.
También hay un apartado de 2 páginas de como pintar caballos pardos.
Algo que agradezco especialmente, es que se use 5 páginas para hablar como hacer y pintar bases de las miniaturas.
En el siguiente apartado de la revista, de 6 páginas, se hace una breve reseña de la convulsa vida política y social medieval, desde el S XI hasta S. XVII, algo necesario para los que quieren pintar y jugar esta época, casi de obligada lectura para entender muchas cosas.
Y en la parte de historia, han añadido dos páginas más en la que describe como vestía un Samurai, que armas llevaba y cuales eran los distintivos de los clanes y familias más conocidos de la época, Aunque ni por asomo todas ni las más importantes (como por ejemplo echo en falta el distintivo imperial) pero si muchas de las más conocidas entre el periodo indicado anteriormente, ni separados los clanes por épocas, ya que unos eran más importantes en unas épocas que en otras, incluso alguno no coexistió con el resto).
A partir de la página 40, hasta la 81, o sea 41 páginas, nos ponen 39 ejemplos de pintado de miniaturas japonesas.
Resaltaré alguna, por su curiosidad pictórica, o por otros motivos.
Podemos encontrar monjes guerreros, Soheis, en diversos tonos blancos y grises.
“Samuráis femeninas”, cosa no extraña, ya que las féminas de cierto rango social, además de las artes del hogar (no de concubinas) eran entrenadas en las armas de una forma básica, para la defensa a ultranza de la casa de su señor (padre, marido, hermano, hijo…).
Una miniatura de excelente factura, que se ha presentado en tonos azules, muy adecuado para su estatus de Ronin (samurái mercenario sin señor y, a veces, sin honor).
Samurái a pie.
Digo a pie, porque hay unos cuantos a caballo. El chaleco rojo era muy habitual en samuráis de un alto rango o señores de clanes, ya que eran caros por el tipo de pigmento utilizado.
Samurái a caballo.
Una figura de Kensei, preciosamente esculpida para ser de 28mm, con una máscara roja de guerra “psicológica”, para infligir miedo a su adversario y poder ser el primero en infringir el primer golpe.
Hay que tener en cuenta que la mayoría de los enfrentamientos entre samuráis, terminaba en el primer movimiento de uno de los contendientes, por eso era tan importante ser el primero en asestar el ataque con la Katana.
Otra mini curiosa son los mosqueteros posteriores al 1550, cuando los portugueses empezaron a vendérselos para conseguir favores del shogun inicialmente y al emperador posteriormente.
Una miniatura del rango de fantasía, es la guerrera con pechos casi al descubierto.
Es un libro interesante para los que quieran hacerse una banda de escaramuzas japoneses, y sobre todo para los que quieran aplicar algo de fantasía a su grupo.
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